Con motivo de la celebración del Día Internacional de las Mujeres 8 de marzo, en el Salón de Actos del Centro Cultural Santa Clara, dónde Aster presentó su libro ”Cuentos para esperar en los semáforos”, el Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Portugalete y la Fundación BBK tuvieron el gusto de invitarnos al Café-Tertulia con la escritora Toti Martínez de Lezea, coautora junto con Espido Freire, Luisa Etxenike, Karmele Jaio, Mariasun Landa, Nerea Riesco, María Eugenia Salaberri, Arantza Urretabizkaia del libro "Historias del 8 de marzo". El cartel del acontecimiento tenía de fondo la portada del citado libro.
El 8 de marzo visto a través de la mirada de ocho mujeres escritoras, nacidas todas ellas en el País Vasco. Esta es la premisa del libro publicado por la BBK dentro de su colección Temas Vizcaínos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Para ello la fundación Bilbao Bizkaia Kutxa ha reunido a Espido Freire, Luisa Etxenike, Karmele Jaio, Mariasun Landa, Toti Martínez de Lezea, Nerea Riesco, María Eugenia Salaverri y Arantxa Urretabizkaia con el objetivo de “aunar cultura y feminismo y dibujar retazos de vida a través de uno de los mejores miradores: la ficción literaria”.
El resultado de Historias del 8 de marzo es “un canto a la libertad de las mujeres” pero principalmente una mirada femenina sobre muchos de los acontecimientos en los que se ven envueltos las mujeres en su lucha diaria. Ocho relatos que escenifican, la visión de las autoras sobre la libertad:
Alas, de Espido Freire, es un canto a la “libertad para soñar o volar lejos de las normas”;
Contra la abnegación, de Arantza Urretabizkaia, es la “libertad para forjarse una vida basada en la independencia y la alegría lejos del modelo de mujer-domadora”;
Supermercado, de María Eugenia Salaverri, la “libertad para superar miedos y atreverse a decidir, por ejemplo, si se quiere ser madre biológica o no”;
Ecografías, de Karmele Jaio, “la decisión de si se opta por ser madre de otra manera: adoptando sola a una niña de otro continente”;
Mosquitas muertas, de Mariasun Landa, la libertad para no ser tratadas como tales “por cualquier varón fatuo, egoísta o simplemente desconcertado y torpe”;
De viva voz, de Luisa Etxenike, “la libertad para sentir el deseo de cualquier hombre común”;
La historia real del gran mago Arturo y la emakume que le rompió el corazón, de Nerea Riesco, la libertad para “descubrir surcando los océanos los gozos no sólo del Kamasutra sino de esa libertad, la más íntima, que nada ni nadie puede arrebatarla nunca”;
y finalmente la libertad mostrada en Cartas de marzo, de Toti Martínez de Lezea, que nadie, “ni siquiera la más amargas de las guerras ni el bombardeo de un general despiadado que destroza la esperanza y los anhelos de una mujer inocente” puede quitarle.
Os comentaré que Toti estuvo superdivertida y que al final del evento tras las preguntas de rigor nos firmó el libro que previamente nos habían regalado.
Aster: Excelente reportaje, como siempre, chicas. Me lo perdí.
M.Carmen: Fue una tarde memorable que dejará un buen recuerdo dentro de los que acudimos al “café tertulia”. Toti Martínez de Lezea, importante escritora de la literatura vasca, dinamizó el acto como sólo ella sabe hacerlo, haciendo cercana la concepción de la literatura para todos los que allí estábamos.
Nos hizo reír con sus anécdotas cotidianas y domesticas, nos habló de su obra ,nos regaló perlas y sonrisas... De entre esas perlas, me quedó grabada una frase que, curiosamente, también impactó a los que acudieron conmigo (no sé si a Alicia le ocurrió lo mismo) Alguien del publico le preguntó de dónde sacaba tiempo para escribir y ella contestó: “ Saco tiempo...de mi paciencia ”
He leído el relato de Toti . Me ha parecido excelente por el marco en el que transcurre la acción llevándote a reflexionar sobre la Guerra Civil, el impacto que tiene entre los que hasta entonces eran hermanos, amigos...y sobre todo en las mujeres y niños.
En el relato ha escrito sobre una de las cosas que me parece más terrible en la existencia humana: la soledad y, sobre todo, la soledad en la muerte.
No esa soledad, de la que nos quejamos, que es un sentimiento de incomprensión y de angustia, sino la soledad real del cuerpo y del alma ( total abandono por parte de todo y todos). Esa soledad que envuelve a algunas personas que ni tan siquiera se les hecha de menos cuando desaparecen. Esas personas que aparecen en el certificado de defunción con el nombre de anónimo y como apellidos las prendas que portaban en el momento de fallecer.
Yo ante esos casos siento que mueren dos veces...porque perderse en el olvido, sin nadie que te recuerde, es morir y desaparecer definitivamente.
Gracias Alicia. Como te digo muchas veces eres una cronista fantástica y has guardado en nuestro diario común un gran recuerdo. Besos y abrazos.
Emilio Porta: Cada vez que leo un reportaje tuyo, Alicia, me doy cuenta de que me encuentro ante una magnífica periodista. Y este es un género fundamental en la literatura actual. Tienes un don para ejercer el periodismo, ademas de otros muchos que aglutinas desde el punto de vista literario y cultural. Como dice Aster, y refrenda Mari Carmen en un también estupendo comentario, que buena crónica. Un beso.
Alicia: Gracias Emilio, algo tengo que ir haciendo mientras os acompaño para que no se note demasiado que mi objetivo no era ser escritora...
Disfruto de cada linea que escribo, pero a día de hoy todavía no he aprendido a "sacar tiempo... de mi paciencia", como Toti, así que con pequeñas crónicas y algún que otro microrelato me voy rodando hasta que se den otras circunstancias que me permitan evolucionar en la escritura y participar en proyectos más amplios. Un abrazo.
Maribel: Qué bonito acto y qué acierto el de publicar esas "Historias del 8 de marzo" (aunque la portada no me seduce demasiado, todo hay que decirlo).
Conocí a Espido Freire en una entrega de premios en Murcia. Estuvo simpática, muy agradable, charlamos y me regaló un libro suyo que además me dedicó. Se trata de un ensayo sobre la bulimia (CUANDO COMER ES UN INFIERNO. Confesiones de una bulímica) muy recomendable. Después la volvía a ver, junto con Fernando Marías, Marta Robles y otra escritora cuyo nombre no recuerdo (que me perdone), en una charla literaria que dieron en el Área Cultural de El Corte Inglés y estuvo de nuevo tan agradable como suele aparecer siempre.
A las demás escritoras de este libro no las conozco pero estoy segura de que las historias que han escrito son geniales. Me parece una iniciativa estupenda la de la Fundación BBK.
El reportaje, como siempre, espléndido. Y vosotras guapísimas. ¿Qué más se puede pedir? Abrazos.
Alicia: Maribel, te diré que después hubo un lunch que nos perdimos por hablar con la gente que había acudido al evento. Creo que estamos en una fase de más hambre literaria que de la otra, aunque en honor a la verdad, la primera y el despacho de la vicedirección me han hecho coger varios kilos este invierno ja,ja,ja. Creo que voy a sucumbir a la operación biquini de este año ja,ja,ja.
No hubo manera de hacerse nada más que con un libro por persona hasta agotar existencias y no llegaron para todas las asistentes. El público mayoritariamente fue femenino, aunque hubo algún valiente como nuestro incondicional fotógrafo.
Este proyecto, de alguna manera, me recordó mucho al vuestro ¿A ver si os han copiado la idea?
Un abrazo
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