Mientras desayunábamos en la cocina,
tras el madrugón muy notorio todavía en los ojos, se oía llover en la calle. La climatología no iba a conseguir cambiar nuestro planes. Simplemente cambio de ropa-calzado de monte, chubasquero y paraguas-y ¡Al mal tiempo buena cara!
Mari Carmen ha sido un día estupendo. Todo estaba mojado y embarrado, sin embargo el cielo nos ha respetado hasta justo la hora de partir.
Hemos comprado y degustado los productos de nuestra tierra, hemos disfrutado de las gentes y de sus historias. Me he encontrado con Francisco, antiguo alumno que me ha presentado su familia. Ya tiene un hijo. El que nos ha vendido el queso también nos habría dado un buen relato.
Nos ha contado cómo pasó de vivir en la capital a vivir en el caserío ordeñando oveja. El que nos ha vendido el pastel típico vasco-campeón de Euskadi de este año-también nos ha alegrado la mañana con su historia. Me he encontrado con Susana, a la que hacía tiempo no veía ya que se ha trasladado a vivir a Arcentales...Nos hemos encontrado también con algún familiar...En definitiva hemos salido a buscar la vida y la hemos encontrado, aunque haya sido algo mojada.
Mari Carmen siempre es un placer compartir momentos con vosotros, como dice Aster, nos damos cuenta de que no somos sólo una fotografía estática en la pantalla del ordenador.
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